Una nueva Venezuela. 6 de Diciembre
Recuerdo cuando estaba pequeña
escuchar entre mis padres y vecinos hablar sobre el ex – presidente venezolano
Hugo Chavez, mis padres decían que él iba a cambiar a Venezuela (ellos pensaban
que de forma positiva) en el año 1999 gano su primera contienda electoral, tenía 8 años. Cuando entra al poder empezaron los cambios y con ellos también
cambiaron los pensamientos de mis padres de seguir apoyando su gobierno; hoy
tengo 24 años,
desde que tengo 8 años crecí rodeada de esta ideología política que
no se ha querido ir de nuestra Venezuela, amada por unos odiada por otros, yo
no la odio simplemente no la apoyo, nunca estuve de acuerdo con el proceso, las
ideas, el plan y todo lo que concerniera a la revolución de Chavez, desde
pequeña vi como familias se separaban y creaban odios por un color político,
porque lo único que sembró está mal llamada revolución fue odios y rencores
entre hermanos. Creó fanatismos. Y para mí el fanatismo, no es algo que logre
crear en las personas la mejor versión de ellos, simplemente los hace uno más
del montón, siguiendo ideales que influyen en ellos de una manera que ni la
misma persona se da cuenta que está siendo
movido tal cual como a esa persona se le antoje. Bueno aquí en mi país lo
hicieron en las masas. Y con muchas personas, utilizando recursos del país, haciéndoles
creer que el Gobierno era solidario y regalaba muchas cosas.
16 años han pasado, siempre creí que 8 eran muchos, ahora van 16 que son demasiados, yo tenía mis esperanzas puestas al 6 de Diciembre, contaba los días impacientemente, a todo aquel que podía hablarle sobre cómo votar y aunque no estuviera de acuerdo con mi opinión le decía: Tienes que salir a votar, es nuestro derecho, no dejemos que nadie nos lo quite.
El día anterior me acosté como a
las 11 de la noche porque estaba muy cansada, dormí aproximadamente 3 horas, me
desperté a las 2 am, había soñado que ya había ido a votar, y me pare pensando
que me había quedado dormida para ver los resultados, así que lo primero que
hice fue despertarme prender el televisor y caer en cuenta que todavía no había
ejercido mi derecho, que apenas eran las 2 y que faltaba mucho, pero también vinieron
las emociones y no me creía que ese día había llegado, en fin estuve revisando
noticias, leyendo, a las 6 me duche y me fui a la calle a comenzar mi trabajo
de movilizadora, como a las 9 busque a todos a mi casa y nos fuimos a votar en
familia, con una sonrisa en la cara, con emociones en el pecho ahí donde caben
7 estrellas y una bandera tricolor.
Mi mamá vota en un centro
retirado de la ciudad, primero fuimos a ese, duramos como 40 minutos ella entro
a su mesa y cuando salió la vimos alterada, nos contó que su voto había salido
nulo, ella sabía cómo era el proceso, pero la persona anterior a ella y muchas más
que habían pasado por esa mesa habían expresado lo mismo, hablamos con el
presidente de la mesa, sin llegar a una conclusión satisfactoria, solo nos dijo
tienen que apretar fuerte, porque ese tarjetón esta como dañado. Salimos de allí,
con un poco de angustia, pero alegres porque la cola había crecido y bastante, habían
rostros frescos, se olía la esperanza de que todos estábamos allí para
apostarle al cambio.
En el camino decidimos olvidar el
percance, y nos dirigimos al otro centro de votación, yo hice la cola como por
1 hora y media, pero saben esa cola la hice riendo, hablando con las personas
que estábamos allí, estábamos seguros de que había cambio en Venezuela, encontré
algunas caras conocidas y se respiraba felicidad. Mi voto no salió nulo, el de
mi hermano tampoco ni el de un par de
amigos que ejercíamos el deber en el mismo centro de votación.
Nos fuimos a mi casa como por la
1 de la tarde, hicimos almuerzo, seguíamos riendo, seguíamos viendo noticias y
nos dábamos cuenta que la nación había salido a votar, que estas colas que se veían
eran las únicas que veíamos cuando yo estaba pequeña, que una cola en el
supermercado no se justificaba por nada,
ni en la farmacia, ni en el banco, ni en la estación de gasolina ni en ningún
lado donde hoy acostumbramos a hacerla.
Movilice a más personas, estuve
en diferentes centros de votación y la energía que se sentía era incomparable. Como
alrededor de las 6 de la tarde me fui a casa a esperar resultados con los míos,
sabíamos que estos resultados siempre nos hacen esperar, creíamos que esta vez sería
menos la espera, pero no, yo casi me como todo lo que había en mi casa, en la
casa de mis vecinos, es que la ansiedad después de las 11 pm empezó a crecer,
se vinieron las 12 y yo estaba segura que habíamos ganado, no se explicaba para
mí que después de haber cerrado los centros de votación tendrían que tardar 5
horas para dar resultados si supuestamente es un sistema automatizado y el más
sofisticado y exacto de la galaxia entera, cuando cerca de la 1 am del día
lunes salió la irreversible Tibisay Lucena y anuncio que el psuv tenía
46 candidatos en la Asamblea Nacional, señores, señoras y señoritas eso
para mí fue mejor que un 31 con hallaca, pernil, ensalada y pan de jamón en reunión
con toda la familia, yo me sentí como que wowwww! le metimos la mayoría a la
AN.
Bueno que les puedo decir celebre
desde la 1 am hasta las 8 pm del día lunes, dure despierta 42 horas, es que la emoción
no me cabía en el pecho, es que no me sentía tan feliz desde hace mucho tiempo,
es que pensé que nunca iba a ver a una nación junta luchando por salir
adelante, por crecer como venezolanos, es que creí que habían muchas
consciencias dormidas y estaban en un coma del que nunca se iban a despertar,
es que pensé que el conformismo reinaba en nuestro país, pero llego ese día y
fui tan feliz porque le estaba apostando mucho, me había dicho, si gana el
chavismo otra vez no puedo seguir aquí, tendré que sacar las fuerzas para irme
del país porque aquí al parecer todo está dicho, pero saben una vez más digo el
tiempo de Dios es perfecto, no hay mal que dure mil años, yo nací aquí, yo
quiero vivir toda mi vida aquí, porque esta pequeña Venecia no se compara con ningún
otro país.
Yo me quedo en Venezuela porque sé
que hay un mejor futuro, no hay que esperar que vengan los políticos a hacernos
milagros, no señores los políticos no hacen milagros ni son santos, el único que
hace milagros es Dios, nosotros tenemos que trabajar para que se nos hagan los
milagros, a Dios no le dejemos tanto trabajo. Tenemos que desprogramar muchas
consciencias que todavía creen que va a venir un nuevo presidente a sacarnos de
aquí, tenemos que trabajar y trabajar no voy a parar de decirlo.
El día que
nosotros nos merezcamos un buen gobernante ese día lo tendremos.
Y no durara 16
años en el gobierno ¡no que va! eso no lo haría un líder de verdad.


Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta pagina