Algo pasa con las relaciones de hoy

Desde pequeña siempre soñaba que no iba a estar con muchos hombres, porque seguro eso no iba a decir muchas cosas buenas de mí (dentro de mi mente chiquitita pensaba que eso era así). De repente sentía que iba a ser uno solo, mi chico, mi amigo, mi confidente y mi soporte de los días buenos y los no tan buenos también.

Resulta que crecí, y una vez cuando decidí terminar mi primera relación de 5 años, me di cuenta que la idea  que ese chico que iba a ser mi ONE, pues se desvaneció  por la costumbre y la monotonía, que no valía la pena de seguir en una relación donde me sentía vacía e incompleta y hasta sola, solo por la idea de que él sería mi único chico. Ese día que vi terminada nuestra relación, me dije: Bueno tal vez esa imagen que tenía desde chica tiene que remodelarse, porque ahora no me voy a sentir una niña mala por querer intentar algo con otra persona.


A lo que voy con esto, es que mi dignidad de mujer aun la mantengo en alto (aunque haya estado físicamente con más de una persona), lo importante es sentirse bien con una misma, que tu cuerpo y tu mente vayan en una misma dirección acompañados de los principios y valores que te definen como ser.

En fin ahora no es que piense a la ligera sobre este tema, me lo tomo muy enserio –y creo que todos lo deberíamos hacer, sobre todo por el tema de embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y etccc- es por ello que tengo claro esto, después de haber hablado con muchas personas acerca de las relaciones que hoy se dan entre hombres y mujeres (mis amigos les llaman “las relaciones modernas”, donde no hay espacio para conocer a la otra persona, primero la quieres conocer en la cama, si allí funcionan las cosas,  tal vez te gustaría conocer lo que le gusta, sus aspiraciones, metas y sueños) he llegado a la conclusión que ya hemos perdido el interés por una relación de verdad, que el tema de los sentimientos ya ni siquiera muchos lo ven como importante y esas cosas donde el chico que te gustaba te cortejaba, te buscaba, esperaba por ti el tiempo que tu creías necesario, esas cosas, o han dejado de existir, o los grandes ya nos olvidamos de lo bonito que se siente caer es esta etapa.

¡No sé qué pasaaaa!


Lo que si tengo claro desde siempre, es que a la próxima persona que le entregue mi cuerpo  deberá ser la indicada, -creo que no vale ni la pena de vivir de momentos, en esta etapa de mi vida necesito a alguien que quiera escribir una novela completa junto a mi lado- alguien que me dé seguridad de que me quiera en su vida, y que no es solo un juego, alguien que no me llene de palabras, eso ya lo hicieron y yo me canse de ponerme audífonos y fingir que las escuchaba. 
Porque entregar mi cuerpo a otra persona es como si le diera un pedazo de alma, porque mi cuerpo es sagrado, es el vehículo por el cual ando en esta tierra y lo respeto; y no deseo que alguien más lo utilice para alimentar su ego o para mostrarlo como un trofeo. 

Yo necesito a alguien quien entienda de mi vida, del estilo de vida que elegí vivir y lo respete, necesito a un hombre que me escuche y ya no me haga reproches; que los días en los que quiero solo llorar, ese día  me dé una abrazo y me diga que todo estará bien. 
Que siempre pueda contar con él como un mejor amigo incondicional. 
Alguien que pinte colores en mis días donde hay solo gris, alguien que me dé un beso en la frente todas las noches y también todas las mañanas. 
Ese hombre debe ser sensible. 
Alguien que me acompañe en los insomnios, necesito un hombre que llegue a mi vida no para que sea mi compañero y me complemente sino  que quiera contar conmigo las estrellas y leerme cuando este cansada, que sea mis ojos cuando vea todo de oscuridad y alguien que me coloree todos los rincones a punta de sonrisas y felicidad.  
Definitivamente él debe tener alas, porque yo las tengo y quiero que sea mi compañero de aventuras, necesito alguien que me necesite y me quite las inseguridades con un abrazo y me diga  siempre: Quédate conmigo.

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