¿Sufro por elección del destino o por mi decisión?

Todos alguna vez sufrimos, no importa en que nivel lo hayas sentido; sufrir es sufrir, sí lo queremos medir desde el nivel uno al 10 igual es la misma sensación, con variación de intensidad.

A veces me pregunto como seria una vida llena completamente de felicidad, ¿seríamos plenamente felices?
Ahora me voy yo con el masoquismo a decir que sí no conociéramos la infelicidad no nos dariamos cuenta de la dicha de ser felices, porque tal vez vivieramos en un estado inconsciente y vanal.

No justifico los sufrimientos, ni le echo la culpa al destino de haberlos planificado para nuestra vida. Sólo siento que cada quién los construye, son nuestros actos de hoy los que le dan vida a las felicidades y sufrimientos del mañana.

Un ejemplo sencillo.
Sí hoy estas con tú pareja y no tienes ningún método de planificación familiar y tampoco deseas traer un bebe a la vida, pero te dejas llevar por el momento, la pasión, las ganas y quedas embarazada.
¿Crees que ese bebe es hijo del destino? O ¿es hijo de tus actos?

En caso contrario sucedería sí hubieses planificado esa vida.

Así sucede con todos nuestros actos, es por ello que debemos actuar con cautela, todo, sí TODO,  trae consecuencias.

Una vez alguien se invento el cuento de que lo malo y lo bueno era cuestión del destino, "todo estaba planificado, nosotros sólo actuamos como en una obra", me imagino que para poder echarle la culpa a alguien. Esa costumbre que tenemos los humanos de desligarnos de nuestras responsabilidades y nos parece fácil de culpar a alguien externo, antes de asumir nuestra propia responsabilidad.

Eso es, a este punto quería llegar:
RESPONSABILIDAD.
Todo es cuestión de esto, actuar y vivir consciente de hacer las cosas bien, cuidando nuestros actos, respetando al prójimo.
No vivir con tanta indecencia siendo libertinos y rutinarios donde no miremos que se esta y como lo estamos pisando. Hay que entender que cada pasó se verá mañana reflejado.
Depende de ti como se vea.

Toda la vida es efímera,
desde que comienza hasta el final de nuestros días.
Nada es seguro.
Nada es constante.
Nada es estático.
Todo está en constante movimiento.
Tus acciones determinan el futuro de tus pasos.
No dejes nada en manos del destino.
El destino tiene nombre y apellido.
Y sí dejas tú futuro en manos de alguien, dejara de ser tú vida.

Tú vales oro!
No dejes que un episodio malo se convierta en toda tú vida. Hoy y siempre vivirás la vida que decidas elegir.